miércoles, 11 de junio de 2014



"La repostería es un arte que te permite hacer volar la imaginación, ya que prácticamente cualquier cosa puede ser un molde para trabajar con el chocolate u otros ingredientes", de acuerdo con Gloria Ochomogo Flores, de 34 años de edad, quien hace 11 años incursionó en la repostería, dedicándose a cocinar por las tardes, principalmente sobre pedido.
En el arte de preparar pasteles y otros postres se utilizan ingredientes básicos sumamente económicos -azúcar, huevos, harina y mantequilla- que hacen que el costo de elaborar un pastel sea barato, mientras que el precio al que se vende es superior en 100 y 200 por ciento, puesto que el valor agregado se percibe más en la decoración que en la preparación del pastel. Dependiendo de la presentación del producto, el consumidor estará dispuesto a pagar un precio alto, razón por la cual las técnicas y cursos de repostería se concentran más en la decoración del pastel o postre que en la propia preparación.
"No obstante, en el negocio hay clientes de todo tipo: aquéllos que en verdad aprecian lo esmerado de algunas creaciones como también los que sólo ven un simple pastel y no les importa el esfuerzo realizado", comenta Ochomogo, quien ha llegado a ganar en quince días lo que obtiene en un mes en su trabajo principal dentro de una oficina.
Y continúa diciendo que la mejor temporada para el negocio pastelero es de mayo a diciembre porque comprende los meses festivos. "Lo menos que se gana es un 60 por ciento, pero hay reposteros que tienen un margen de ganancia de hasta 300 por ciento", asegura Ochomogo.

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